Live as though you were going to die tomorrow, learn as though you were going to live forever -

Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre

Ghandi


Piensa, cree, sueña y atrévete.

Think, believe, dream and dare.

Walt Disney


9:00 |
Linda Hilda luchaba con las duras y empinadas rampas de las tierras altas de Quiché, nos llevaba por encima de las nubes, nubes que amenazaban tormenta. Nuestro rumbo marcaba Cobán como destino hasta que comenzó a llover, el camino se hacía dificil nos quedaban aún unos 70km para llegar, unas tres horas de serpenteantes y embarradas carreteras de camino por las montañas guatemaltecas. Paramos a repostar, en la gasolinera nos dijeron que los derrrumbamientos habían sepultado a un autobús y que por lo tanto se había cortado la carretera.
Así nuestro destinó cambió y decidimos encaminarnos de nuevo hacia el lago Atitlan pues con Koldo no vimos mas que vino de Rioja, lomo ibérico, cerveza y bares, lo cual no está nada mal pero el lago bién se merecía otra visita.
Esta vez San Marcos La Laguna iba a ser el lugar que nos acogiera. A medida que nos acercábamos a los pueblos del lago Atitlán el paisaje se hacía mas impresionante y escarpado. Indígenas portando madera y maiz con machete en mano deleitaban nuestra vista, estábamos llegando de nuevo a lo mas profundo de centroamérica, en tierras sagradas mayas.

San Marcos es un lugar idílico, a los pies del lago Atitlan rodeado de tres impresionantes volcanes, y nosotros... afortunados de poder amanecer a los pies de ellos, a las orillas del lago mas grande de Guatemala.

Vista del lago desde donde dormimos en San Marcos, con los tres volcanes al fondo

Linda Hilda descendiendo las rampas hacia el lago
18:59 |
- ¡Mira, mira como va ese!
- Está tó bolo... pues así los verás, por la mañana, por la noche... tiraos por el suelo de la borrachera. Hay uno que dirije el tráfico con el dedo desde el suelo - Koldo nos explicaba entre risas cuando veíamos a la gente dando tumbos por San Antonio Huista, el pueblo donde lleva unos meses currando.
Y así es, el otro día, en el mercado de Chichicastenango tuve que ir levantando a abueletes que se iban callendo al suelo mientras paseábamos para ver el mercado de los domingos. Era un espectáculo, ver a las mujeres agarrando a sus maridos para que no se dieran con los piños contra el suelo.
Aunque dé risa, pues las borracheras son de escándalo y las escenas de pelicula de humor, el alcoholismo es un verdadero problema en Guatemala... vimos a un tipo en la puerta de la iglesia del pueblo, de cerca de 70 años que después de sentarse en el escalón de la plaza intentando guardar el equilibrio, vió como otro se caía de la trompa que llevaba, se quedaba dormido con los pocos quetzales (moneda guatemalteca) que le quedaban en la mano... y cuando pensaba que nadie le miraba, se levantó dándolo todo, se acercó corriendo de lado a lado de la calle y le quitó los quetzales de la mano... Dan y yo, nos mirábamos partiéndonos de risa, era para verlo.

¡Y yo que pensaba que en España éramos unos borrachos!


El borracho de la izquierda esperando el momento para levantarle los quetzales al moña del suelo

NOTA: Ojo al dato, los billetes se le cayeron de la mano... se pueden ver a la derecha de la cabeza del tipo de pelo cano.
17:40 |

Pasamos por Antigua, preciosa ciudad colonial que nos recordó a nuestra Extremadura, casitas bajas de teja roja, casas de color blanco y coloridas calles empedradas. Linda Hilda nos daba cobijo y nos ofrecía la oportunidad de volver a cocinar y así recordar nuestros añorados sabores mediterraneos. En Los Encuentros habíamos quedado con Koldo para pasar el fin de semana en Panajachel, a las orillas del espectacular lago Atitlan, protegido y arropado por tres enormes volcanes.

Como era de esperar, el fin de semana se convirtió en maratón de comida y bebida. El festín comenzó a las orillas del lago con el sabroso lomo que nuestra Nicole nos enviaba acompañado de la botella de Rioja que Koldo se habia agenciado para brindar con nosotros por el reencuentro. El día continuó, como es habitual cuando David y Koldo se juntan, con cervezas aliñadas con chupitos de Tequila para terminar a cubatas en los locales nocturnos de Panajachel.
Así el fin de semana pasó curando las resacas con cervezas y buen embutido antes de emprender nuestro camino hacia San Antonio Huista, población del noroeste de Guate donde Koldo hará de anfitrión durante nuestros dias en la frontera de Chiapas.
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19:52 |
Llevamos más de una semana sin escribir nada... ante todo pedimos disculpas a todos ustedes, seguidores de nuestro blog.

Llegamos a pasar unos días a Río Dulce antes de seguir a Flores para visitar las famosas ruinas de Tikal pero algo nos había pasado. Ver por aquí tanto mochilero veinteañero, todos siguiendo la misma ruta, nos quitaba un poco la ilusión del viaje. Nos resultaba realmente dificil salir de aquello y encontrar lo que disfrutamos en Asia y que continuamos buscando. Con un poco de desilusión compramos billetes de bus para llegar a visitar Tikal, uno de los lugares mas famosos de Guatemala por sus ruinas mayas.
De repente, como todo lo que ocurre en los viajes improvisados una noche todo cambió. Los últimos siete días los hemos pasados estresados, corriendo de un lado a otro de la frontera guatemalteca a Belice, pasando horas y horas en compañía de oficiales de aduana y policía y todo para dar un vuelco a nuestro viaje y así poder presentarles nuestra nueva compañera de viaje.
Comparte cumpleaños con Dan, el noviembre del 1979, nació en Estados Unidos pero con pasaporte canadiense, hasta hoy, que la nacionalizamos Beliceña. Pesa 2000 Kilos, es de color marrón y crema. Ella, se llama Linda Hilda Fernanda La Grande (Gilda pa los amigos), tiene el corazón grande y poderoso, de generación hippie y con rastas aunque señora mayor... y así es, que con mucho gusto les presentamos a... Linda Hilda Fernanda la Grande...

Pos setentera ella que é

Hemos luchado mucho por conseguirla, peleandonos con la burocracia guatemalteca y beliceña e incluso jugando a esquibar la ley como se podía! Esperamos que con la ayuda de Hilda podremos salir de la ruta turística... tan definida por acá y volver a nuestro viaje.
Para conseguir los papeles tuvimos que aquilar una habitación a una famila en una aldea de Belice, compartiendo su casa y su vida durante unos días. Prometemos a sus antiguos proprietarios, Julien y Marie, que la querremos, la cuidaremos y disfrutaremos mucho de su compañía. Nuestro viaje a partir de ahora ha cambiado, será otro.
9:00 |
Nos levantamos de la cama como va siendo habitual en nuestro viaje... sin rumbo fijo. En nuestra mente la frontera guatemalteca, habíamos pasado ya dos semanas de buceo y relax en el caribe, la experiencia en Chachauate nos despertó con ganas de aventura y Tela, la ciudad costera caribeña en la que pasábamos las dos últimas jornadas nos había cansado.
Lo único que sabíamos es que para cruzar al pais vecino teníamos que pasar por San Pedro Sula por obligación, las comunicaciones en Honduras están definidas a su paso por San Pedro o Tegucigalpa. Así, tras varias conexiones conseguimos llegar a Ocotepeque, población fronteriza entre Honduras y Guate. La noche se nos echaba encima, no teníamos demasiadas opciones donde parar así que decidimos intentar llegar a Rio Dulce.

- Dos boletos para Rio dulce, por favor.
- Aquí tiene señor, en quince minutos salimos. Son ochenta quetzales.
A nuestro lado, un tipo con sombrero de cowboy de color marfil vestía camisa a cuadros y pantalón vaquero. Llevaba el mostacho bien recortado, bordeando su boca y alargándose hacia la mandíbula, como si de un espagueti western hubiera sido rescatado. A la cintura, un machete de medio metro impresionaba a cualquier gringo o europeo que estuviese a su lado. Tras él subia al autobus otro tipo del mismo aspecto. Esta vez, bajo el cinturón, a la altura del coxis se presumía una pistola que, al alzar los brazos para agarrarse al pasamanos se descubrió bajo la camisa.
Dan y yo nos miramos con cara de circunstancia... " jooooooder tron!... no veas la peña... ¿será cultural? ¿o simplemente las llevan para utilizarlas?... "
En el interior del bus olía a rancio, como si hubieran encerrado en su interior durante horas a miles de personas recien salidas del gimnasio.
Brrrrrrrrrrrum! brrrrrrrrrrum!, el motor rugía como si el semáforo que dá la salida en las carreras de fórmula uno estuviera a punto de ponerse en verde.
Comenzó la carrera. El conductor aceleraba, parecía que le fuera la vida en ello, las bibraciones del cacharro hacían que todos y cada uno de los tornillos lucharan por no salirse de su sitio. En las curvas las ruedas chirriaban y la inclinación que cojía el expreso guatemalteco nos erizaba el bello e hizo que una energía intensa, como un calambrazo de 220 voltios, nos recorriera el cuerpo desde el estómago hasta la coronilla.
Al fin llegamos a rio dulce, era de noche, en el rio nos esperaba una lancha que nos cruzaría hasta "Casa Perico", el lugar donde hemos pasado nuestra primera noche en Guate.
7:20 |
- ¿Saben que es blanco por dentro y blanco por fuera? ¿Vamos me van a desir que no van a adivinar mi asertijo?... pues son las nubes... era muuuuuy fasil... ¿y si les digo que es verde por fuera, rojo por dentro y con semillitas bailando allá adentro?
- Eso lo sé Pedrito, es una sandia, ¿a que sí?
- David, ¿y usted sabe pescar? si quiere yo le enseño... pero hay que tener cuidado, porque hay unas rayas mursielago que son muy malas. ¿Sabe? le persiguen para comerle, y luego hayá en la cueva estan todas esperando para comer juntas, comen personas. Pero no se preocupen solo se lo digo por si mañana cuando esten nadando ven a una. Entonses no se aserquen y tengan cuidado.

Pedrito es nuestro amigo de 8 añitos. De la comunidad garífuna de Cayo Chachauate, uno de los islotes de los Cayos Cochinos del caribe hondureño. El cayo es un islote paradisíaco de unos 100 m de largo por 50 de ancho de arena blanca con cocoteros en el que vive una pequeña comunidad garífuna de unas 100 personas. Comunidad de origen africano.

A las nueve de la mañana esperábamos nuestro autobus hacia Nueva Armenia, lugar desde el que en un principio cojeríamos una barquita dirección a los Cayos Cochinos. Rocky, el capitán del barco de "Paradise Divers", nos explicó que era la forma de llegar al lugar que buscábamos, sin pagar precios de gringo y por supuesto... sin turistas, allá donde los hoteles, la electricidad y el agua corriente no han llegado.
Después de pasar un par de horas de baches y caminos sin asfaltar, de repente, el autobús se detuvo.
- Pueden cojer un cayuco desde aquí, pregunten a ese señor, el les llevará - Nos indicó el conductor de la guagua apuntando con su dedo índice a un negrito con el pelo a lo afro.
Con las mochilas a la espalda, y la resaca de la fiesta de despedida de Utila y el ron "Flor de Caña" de la noche anterior, nos vimos a las orillas de un rio de color marrón rodeado de espesa vegetación selvática. Niños correteando y mayores pasando la mañana tumbados en hamacas a la sombra de los árboles. Conseguimos que nos llevaran al cayo Chachauate por 300 Lempiras cada uno. El inestable cayuco se disponía a cruzarnos los 15km que nos separaban de los cayos donde se rodó el programa de televisión supervivientes. Casi una hora tardó... ritmo caribeño amigo... habia que pescar por el camino. Al fin, a medida que nos acercábamos a los cayos, el color del mar se convertia en intenso azul turquesa contrastando con los vivos colores del coral en el fondo del mar. Al horizonte cabañas de madera y hoja de palma nos esperaban para resguardarnos de la lluvia de la noche. En la playa nos recibían con entusiasmo niños y mayores dispuestos a brindarnos intensas charlas con quífiti (licor garífuna casero) y hacernos sentir aun mas cerca del paraiso.


Os dejamos un video para mostraros el cayo donde pasamos mas de una semana aislados de la civilización... como la conocemos.



Video chachauate
1:38 |
Aterrizamos en San Pedro Sula tras un largo viaje de veintitantas horas. Cruzando la línea de la fecha llegamos antes del dia y hora en que salimos. Con un jet-lag de caballo pasamos nuestra primera noche en Honduras sin dormir antes de emprender nuestro camino hacia las islas de la Bahía, en el caribe hondureño.
Aunque por estos lares haya que tener mucho más cuidado con las pertenencias, el viajar se ha vuelto muchísimo más fácil. Se nos había olvidado como era preguntar por donde hay que ir sin tener que gesticular con las manos y poder leer los nombres y números de los letreros de autobuses, señales y menús en lugar de ver simplemente garabatos redondeados sin significado alguno para nosotros.
Disfrutamos de varios días buceando en Utila, isla de influencia británica donde los habitantes no hablan español sino un tipo de inglés caribeño mezclado en ocasiones con castellano que ni siquiera Dan pudo comprender.
A la vista la dieta que llenará nuestros estómagos durante los próximos meses; tortillas de harina o maiz con frijoles, en principio deliciosas pero como viene siendo habitual en muchas partes del mundo... ¡poca variedad!
En las islas descansamos entre buceo y buceo y preparamos nuestra ruta por Honduras y Guatemala donde iremos a visitar a nuestro amigo Koldo.

Continuamos nuestro viaje con muchas ganas de descubrir otra parte del mundo.


Dan y Vanesa esperando hacer el segundo tanque

Playa en uno de los cayos de Utila

Chiringuito CocoLoco