Live as though you were going to die tomorrow, learn as though you were going to live forever -

Vive como si fueras a morir mañana, aprende como si fueras a vivir para siempre

Ghandi


Piensa, cree, sueña y atrévete.

Think, believe, dream and dare.

Walt Disney


16:57 |
Con el tema de la venta de Hilda no hemos tenido mucho tiempo para hacer fotos por Belice. En cualquier caso os dejamos algunas fotillos que hicimos durante nuestros días en el sur de Belice donde nos fuimos a relajar del "estres" que nos ocasionó la venta de nuestra frego.

Paradise bar - Peninsula de Placencia
Costa sur del caribe belicenho


Sunset beach - Placencia

Playa solitaria, probablemente por ser temporada baja, donde íbamos a refrescarnos del calor de "la temporada de lluvias y huracanes"
Placencia - Costa sur de Belice
El inglés que hablan los locales de Belice es un criollo bastante extranho pero muy divertido en la forma de hablar, se parece al inglés jamaicano, de hecho la influencia jamaicana en Belice es enorme, el reggae suena a todo volumen por todas partes.
La traducción es: "This is our chicken" - "Este es nuestro pollo" y se pronuncia exactamente como lo leería un espanhol

22:03 |
El reloj no marcaba todavía las 10 de la mañana y el sol comenzaba a apretar en la plaza donde llevábamos ya tres días intentando vender a Hilda.
- Ese te la compra... corre Dan, ¡corre!, no pierdas la oportunidad - Insistía David, el car-dealer del que nos hicimos amigos durante nuestros dias en Orange Walk.
- Alejandro Garsia. Ese es mi nombre. La nesesito para haser una pequeña ofisina en mis negosios de la frontera.
El tipo, de rasgos mexicanos, vestía una camisa de color blanca manchada con salsa taquera. El ombligo se le veía entre los botones de la camisa debido a la tirantez que el peso de su enorme barriga le provocaba al colgarle sobre el cinturón de cuero que aguantaba sus pantalones.
- ¿Cuanto quereis por ella?
- 3000 $ beliseños - le dijimos al unísono sabiéndo que 2500 nos eran suficientes para sacar lo que pagamos por ella.
- Os doy 2500.
- Amigo... esta van es tuya si vienes con el dinero en efectivo.
De repente, como si los tres gorilas que llevaba a sus espaldas leyeran el pensamiento de su jefe, se acercaron a las puertas de la furgoneta rodeando a su protejido mientras vigilaban a sus espaldas el movimiento de la plaza.
- Lo llevo ensima güerito - Nos dijo mientras sacaba de su bolsillo un enorme fajo de billetes que comenzó a contar con enorme maestría.
Nuestra Hilda terminó sus días de viajera convirtiéndose en contrabandista, en oficinista de un beliceño de origen mexicano. Al menos continuará siendo testigo de aventuras y no en repuesto de coches de cualquier desguace polvoriento de Belice.
El día pasó muy rápido. Apenas nos habíamos convencido de que nos quedaban por lo menos dos semanas sufriendo en el parking de coches de segunda mano, donde ya habíamos aprendido a tratar con la gente y donde nos convertimos por unos dias en vendedores de repuestos y "car-dealers", cuando de repente nos veíamos sentados en la varanda de la habitación de un hotel de carretera con una copa de whisky en la mano celebrando que en cuatro horas estaríamos sentados en los asientos 23E y 23F del vuelo Belice city - Salvador de Bahia.
23:09 |
- Hey white boy! How much for that beautiful van?
- 5000 "dala" belize... are you interested?
Acabábamos de entrar en Belice, en la zona libre. Hilda estaba completamente rodeada de personas observándola de arriba a abajo debido a los anuncios "for sale" que habíamos escrito con canfor blanco en sus ventanillas.
- Ooooh man!... That's a "Rastavan"... Hey, how much?... rastafaaaar-eye... yeeeeeap! - Nos preguntaba un rastafari con acento jamaicano.
Estábamos completamente alucinados. ¡Vaya expectación!, solo llevábamos unas horas en el país y ya nos estaban llamando por teléfono.
- Eso lo vais a vender seguro... mañana está vendido, por ese precio... ¡es una ganga!
Desde luego eso pensábamos nosotros, así que decidimos irnos a las playas para venderla con tranquilidad, aun nos faltaban tres semanas para "agarrar" el avión para Brasil y no podíamos quedarnos sin casa, y aun menos pagar los carísimos alojamientos de Belice.
Habíamos pasado una semana tirados en las playas del sur. Pero Placencia no era el lugar para la venta de Hilda. Locales sin dinero y mucho norteamericano expatriado con coches de lujo a quienes una furgoneta hippie no interesaba demasiado. Decidimos volver a Corozal donde había movimiento. Allí pasamos tres días con muchos interesados sin dinero suficiente aun para comprarla a precio reducido. Nos empezábamos a poner nerviosos así que fuimos a probar suerte en Benque, San Ignacio y finalmente Orange Walk, la segunda ciudad de Belice, con la gran población de... 6000 habitantes. Habíamos empapelado el pais completo con carteles de nuestra preciosa Hilda en venta, a excepción de Belize City, pues nos habían dicho que la falta de dinero la ha convertido en un lugar donde el crimen es protagonista a diario.
En Orange Walk nos instalamos en el centro de la "ciudad", en la plaza donde todos los vendedores de carros de segunda mano se ponen a vender desde herramientas de jardinería hasta portátiles robados.
- Amigo, no os preocupeis, esta van se vende seguro entre hoy y mañana.
Eso es lo que decía todo el mundo, pero lo cierto es que además de mucho curioso solo pasaban personas cuyo sueldo mensual, si es que tienen trabajo, es de 200 dólares americanos al mes. La realidad beliceña es que se trata de un pais muy pobre con unos pocos con mucho dinero, lo habitual en todos los paises que hemos recorrido por centroamérica, en la que los precios de los productos básicos para la vida son mas caros que en España.
En fin, continuamos atrapados sin salida después de casi una semana en la plaza de Orange Walk...
0:40 |
Sentados sobre el capó de Hilda, a la luz de la luna, con cientos de estrellas iluminando el cielo de Placencia y sus playas caribeñas, y una copita de vino chileno, reflexionamos sobre lo que nos espera durante las próximas semanas.
La venta de, la que desde hace cuatro meses se ha convertido en nuestra casa y compañera de aventuras, nos deja sentimientos contrapuestos. Por un lado, volver a tener una ducha y un grifo con agua corriente podría parecernos de nuevo un lujo inescrutable, sin embargo, dejar de tener una casa con vistas al caribe, al desierto del potosí o al lago Atitlán es sin duda mucho mas duro que dejar de tener un chorro de agua caliente cayendo sobre tu cabeza.
El dinero que pedimos por nuestra "frego" es muy poco, sobre todo cuando piensas en las aventuras que hemos tenido gracias a ella. Sin embargo es suficiente para poder permitirnos finalizar nuestro viaje sin tener que mirarnos el bolsillo.
Belice se ha convertido en el pais que decidirá nuestra suerte.
18:00 |
Llegamos al final de nuestra aventura mexicana. Atrás dejamos más de 10.000 Km recorridos a través del caribe, Chiapas, Oaxaca y su costa del pacífico, ruinas mayas inmersas en selvas tropicales, el desierto de San Luis Potosí, impresionantes paisajes a través de la sierra madre, poblados indígenas, mineros y de pasado colonial.
Hemos descubierto un país completamente diferente al que teníamos en nuestras mentes y gracias a Hilda hemos podido acercarnos a su cultura de una forma que jamás hubiéramos podido si el viaje hubiera sido con mochila a la espalda y hostales para turistas.
Hemos tratado con personas maravillosas, con gente que nos ha puesto en muchas ocasiones de mala leche y con policía corrupta a la que hemos tenido que sobornar en más de una ocasión para poder continuar nuestro viaje sin problemas. Jamás habíamos hablado con tantos policías y militares en tan poco tiempo... la matrícula de nuestra Hilda, beliceña, la hacía sospechosa en cualquier esquina en la que parásemos descubriendo la hipocresía mexicana al quejarse del trato de sus vecinos del norte cuando ellos tratan igual a sus hermanos del sur.
Ponemos rumbo a otro país que no estaba en la lista. Belice se ha convertido en nuestro penúltimo destino antes de nuestro regreso. País caribeño, antigua colonia británica, que hace que nos encontremos en una rareza centroamericana con una mezcolanza sin igual, en la que conviven gentes de origen indígena, africanos, ladinos, indios (de India), chinos y una gran comunidad de jubilados norteamericanos.
Aquí tenemos que vender a nuestra querida Hilda para poder pasar nuestros últimos días de viaje en Brasil...
18:26 |
- Y tu... ¿De qué vas... de astronauta?
- No, de esgrimista.
Beautiful people. Así era como comenzamos el día. Dan encajaba perfectamente, así que mantuvo su perfil hasta el final. Morenita, guapa, perfecto, guayabera de color blanco y estaba todo hecho. Yo...
- ¡Eeeeeeeh!, miren, es como diés o quinse sentímetros mas alto que shyo... ¿que opinan, si?
- ¿Como te shyamabas güerito? David, ¿si?... ¿te afeitarías si lo nesesitamos?
Y alli me veia yo,con un trajecito de esgrima de color blanco, calcetines hasta las rodillas, una gomita que se me metía por el culo y otra que me rozaba el pezón hasta ponérseme a punto de nieve.
La noche que llegamos a Coatepec el personal de una empresa de casting nos encontró por la calle, se rodaba un anuncio de Kalhua con una famosa actriz mexicana que se proyectará en EEUU.
-¡Foooondo!...fooooondo... ¡aaaaaaaaacsión!
El escenario típico, volskwagen escarabago frente a la puerta del bar, camareros y gente joven de corte latino, morenitos, y guapos, en la terraza del bar con sol de atardecer y todos de lino de color blanco y sombreritos caribeños. Estampa de licor de café.
Afuera, el tinglado era descomunal, maquilladores, equipo de iluminación, producción, sonido y cámaras de cine y yo...
- ¿Y a tí cuando te toca carnal?... ¿De que vas... de astronauta?
- No... yo soy esgrimista.
- ¿y la espada?
Pasaban las horas, eran ya la cuatro de la tarde, Dan llevaba dos escenas y, al menos, cuatrocientas repeticiones consecutivas de cinco segundos, de rodillas sobre una fuente de hormigón, con sonrisa fingida y pose de enamorada mirando al bigotudo mariachi mexicano del arpa acompañada de otras cinco chicas aguantando el tirón.
Mientras tanto, yo me hacía amigo de todo el equipo... de todos es sabido mi capacidad para socializarme y...
- Y tú... ¿vas de astronauta?
- Noooooooo... este traje es de esqrima...
- ¿Y como entra un espadachín en el spot?
- Pues no tengo ni la mas remota idea wey.
Dan comenzaba a ponerse de color morado y sus piernas, entumecidas, comenzaban a ser candidatas a amputación. Iban ya cerca de 600 tomas para la maldita escenita que no duraría mas de 10 segundos...
Al fin...
- ¿donde está el de esgrima?
- ¡Estoy aquí! - Emocionado me acerqué al set. El chileno loco continuaba corriendo de un lado a otro buscando a sus extras.
- ¡Todos atrás! Necesito que los que estaban en el set mantengan sus posisiones. Tú esperame aquí... no te me vashyas te nesesito en un ratito.
Seguían pasando las horas y yo seguía de pié esperando mi turno... "Pero, ¿cuando coño me van a llamar? ¿Como encaja un espadachín en el anuncio?..." me preguntaba. Dan esta vez, sentada en la mesa de la cafetería del "bombo" y acompañada de un Kalhua y otras dos personas mas comenzaba a estar cansada de levantarse, sentarse y saludar con sonrisa fingida a los que se incorporaban a la mesa... otras 200 o 300 repeticiones mas o que se yo.
Entre tanto, yo, cansado de esperar, comenzaba a sentirme ridículo en el maldito traje... A las cinco de la mañana ya estaba luciendo el incómodo disfraz de... "¿astronauta?" y eran ya las ocho de la tarde, únicamente habiamos parado para comer y desayunar y, además, "rapidito... solo tienen veinte minutos"
Decidí acercarme a otros dos almas en pena que andaban vagando por la zona... un payaso, un tuno y un colgado del pueblo con sombrero de color azul y plumas, chaleco de piel y un carrito de limpia zapatos que portaba una revista del National Geografic.
- Mire este de la foto soy yo - Me dijo el tipo mostrándome una foto de un artículo de la revista en el que salía con el mismo sombrero y chaleco dando un beso a una iguana.
- ¿Ustedes todavía no han participado en el rodaje verdad?
- No güerito... - me respondieron al unísono.
Ya veía la escena.. debía ser la última pues ya era muy tarde, cerca de las nueve de la noche, hora a la que, mas o menos, nos dijeron finalizaría el rodaje, yo haciendo el idiota con una espada rodeado de un tuno, un payaso y un colgado brindando con licor de Kalhua... algo así como si no quieres estar fuera de lugar... ¡bebe Kalhua!
- Y tu... ¿vas de astronauta?
- Nooooooooo... esgrimista...
El día finalizó con Dan agotada de repetir una y otra vez la misma acción y yo sin participar en el maldito spot. Nadie me dijo porqué me tuvieron esperando mas de 15 horas vestido de astronauta, únicamente la jefa de vestuario me dijo; "corre David... corre, vete a cambiar antes de que al chileno loco se le ocurra ahora, después de tantas horas meterte en el set" En cualquiera de los casos la experiencia fué, aunque cansada, interesante y en muchos ratos divertida y gracias a los 100 euritos que nos pagó Kalhua disfrutaremos de los últimos días que nos quedan en México.


El director encuadrando a Dan

El equipo de cámaras

Sin palabras




Video... ¡Aaaación!