Tras una breve parada en la población de Pyin U Lwin, pusimos rumbo sureste para llegar a nuestro próximo destino, Inle Lake.
Se trata de un destino turístico importante en el país, y algo se percibe, hoteles de clase superior y numerosos negocios de alquiler de bicicletas son el reflejo de ello, si bien la suerte está de nuestra parte y llegamos en temporada baja lo que nos convirtió en dos de los escasos turistas en la zona, que no superan la decena.
Entre las actividades turísticas que se podían realizar una de ellas era pasar la tarde en los jardines de una de las pocas bodegas que se pueden encontrar en el sudeste asiático y que por supuesto no pudimos resistirnos a hacer. Así que `pasamos la tarde degustando los diez vinos que nos podían ofrecer observando la maravillosa vista del lago.
En el Guest House conocimos al que se convirtió por unos días en mi maestro, un fotógrafo lituano llamado Geri, con él hicimos lo que teníamos que hacer y alquilamos una barca para recorrer el inmenso lago Inle. Pueblos flotantes, enormes arrozales e inmensos huertos de tomates flotando sobre el lago nos deleitaron la vista, la vida que se desarrolla en el lago con mercados de fruta sobre el lago y pescadores realizando sus tareas diarias durante la puesta de sol dejaron en nuestro recuerdo un lugar mágico que será dificil de superar en nuestro viaje.